Hay hogares que, sin saber muy bien por qué, desprenden energía positiva. Resultan acogedores e invitan a quedarse. La armonía en casa depende de muchas cosas que quizás no te habías planteado.
¿Cómo conseguir la armonía en casa?
La clave principal, es evidente, está en las personas que viven en ella y en la relación que las une. Nuestras emociones se ven muchas veces afectadas por el entorno. Por ello, un contexto tranquilo invitará a la calma y el descanso.
No obstante, hay algunos factores que también influyen y que podemos modificar para crear un espacio mucho más equilibrado y placentero.
Una de las cuestiones que más influyen en el aspecto armonioso de un hogar es la luz natural, la cual afecta directamente y de manera positiva a nuestro sistema nervioso. La luz solar es necesaria en la producción de vitamina D.
Si no tenemos la fortuna de recibir luz natural podemos optar por bombillas de amplio espectro, que son las que emiten una luz más similar a la natural. Además intentaremos tener los espacios despejados y de colores claros.
Las lámparas de sal también son un elemento luminoso que da mucha calidez a rincones oscuros y fríos de la casa.
El verde es un color equilibrante que no puede faltar para lograr la armonía en casa, en especial si vivimos en la ciudad.
Hay plantas de interior que, además, tienen excelentes propiedades limpiadoras del aire, mejores que cualquier purificador eléctrico.
Parece una obviedad, porque lo habitual es que las madres critiquen la falta de orden y la acumulación de cosas en las habitaciones. Sin embargo, no es solamente una cuestión estética.
Una casa ordenada y despejada es mucho más armoniosa, acogedora y relajante. Para lograrlo, en primer lugar, debemos hacer una criba de lo que realmente necesitamos, para deshacernos del resto. Este es un paso difícil pero imprescindible.
Según el Feng Shui, los espejos son muy beneficiosos si los colocamos en el lugar adecuado. Nos ayudan a agrandar espacios pequeños y estrechos y a dar luminosidad a espacios oscuros. En general, deben reflejar siempre algo bonito y agradable.
No obstante, debemos evitarlos en el dormitorio, sobre todo si los podemos ver desde la cama, así como justo en la entrada si reflejan la puerta principal.
Cada hogar tiene un olor que lo caracteriza, y suele ser la mezcla de diferentes aromas de la casa. No debemos excedernos con el uso de ambientadores, y mucho menos si son de fragancias sintéticas.
Es preferible optar por aromatizadores naturales a base de aceites esenciales, inciensos, resinas, etc.
Mucho más importante que el aroma que elijamos es el hecho de acostumbrarnos a ventilar las estancias a diario. Este sencillo gesto nos permite renovar el aire de la casa, prevenir la humedad, regular la temperatura, evitar malos olores, fomentar la armonía en casa, etc.
Por elegir los colores de manera correcta nos referimos, en primer lugar, a las paredes, pero también al mobiliario, cortinas y elementos decorativos en general. También en esto debemos encontrar el punto justo para lograr la armonía en casa.